Y despertó, se lavo la cara y se unto el cuerpo con aloe vera, temprano para despejar sus dudas, perfumo sus pechos con el aroma de las flores, se permitió por fin no depilarse los sobacos, libres de cuchillas, ¿por que? Pues porque le encanta su propio olor.
Cogió un buen libro, "el hombre hembra" de Joanna RUSS, para empezar a caminar y lentamente se relajo...
Puso los pensamientos en orden y despúes de un rato se puso a escribir como una loca. Sudando, acalorada metió la cabeza en la bañera y una cortina de gotas pintaron un arco-iris a su alrededor dibujando bellas imágenes en el techo.
Pensó en hacerse una buena Kresta canosa...
Alicia siguió quitando más cerrojos y le empezaron a dar terribles ganas de dar volteretas encima de la cama...
De vestirse rápido, ponerse un antifaz y abrir todos los armarios.
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