La
deformación de la voz
que
da vida a las muñecas en movimiento
que
protestan, bailan, cantan, resisten,
intentando
no someternos
al
movimiento ordenado de los hilos.
Sátiros
molestos no paran
haciendo
uso de la brutalidad poética
jugando
con las manos, contando historias
de
las verdades que otras gentes callan.
El
cuchillo desenvainado
apuntando
hacia arriba
cielos,
que desvergüenza!
Rompiendo
con la doctrina,
Representan
denunciando
la
sociedad corrompida
la
autoridad depravada
la
bajeza de sus leyes y sus jueces,
dios,
que delito!
La
hipocresia escandalizada
por
el entretenimiento
que
pertenece, por barato y sencillo,
a las
gentes de abajo
a
quienes privados de sus necesidades
han
reído y llorado
entre
porras y cachiporras.
Pero,
hoy, andan asustados
perdida
la dignidad en el olvido
¿
quienes son? ¿de donde vienen?
Y
convencidos, amenazas creadas
ficticias
de ficción
y mil
veces repetidas por la televisión
Llaman
a las porras serviles
Escandalizados,
temiendo
que
las delicadas orejas de la gente pequeña
Escuchen
la realidad cruda
de
este estado terrorista.
Represor
Estado
que
manipula y encarcela
Los
actos rebeldes
de sátiros
y ménades.