A pierna suelta dormí
sellado el embrujo
alerta, despierta y consciente
contenta de escuchar las voces
de quienes confió...
mordimos la manzana
que nos abrió los ojos
no los volvamos a cerrar
leo las hojas
del arbol de la ciencia
recito poesía en voz alta
para mi hermana de tirabuzones...
su manta abrigo mi corazón
y se me contagio
su alegría de vivir.
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