Me cruce con ella, iba sola, como si la persiguieran por algo, iba deprisa. Nos miramos ella estaba asustada o enfadada y yo cabreada, lloraba porque me estaba volviendo a encerrar otra vez en casa.
Espero que tuviera suerte en su camino.
Pero eso fue después de ir al médico cuando me sonó una alarma de peligro y me di cuenta.
Di media vuelta y recorrí el camino al revés. Phi pedí fuego a un gitano, me cruce en su camino y el me lo dio agradecido.
Yo iba a seguir mi camino pero me senté en un banco mirando al museo arqueológico y unos jardineros me salpicaron con agua. Me di la vuelta y escuche como decían beeee.
Se apoderan de los cuerpos, roban la identidad y manejan la situación, quieren controlar las vidas de otr*s.
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